Debería hablar de lo que viví con él y no en su ausencia, pero de nuevo, esto es lo que tengo al alcance de los dedos: su ausencia.

Hoy antes de apagar la luz de mi cuarto lo vi en la pared, dije "mi bebé hermoso" y me acerqué, tenía que tocarlo...
Le acaricié el pelo, le hablé bonito, le dije que lo amo, y que me falta. Era solo una foto impresa en mi pared, pero tenía que tocarlo,
lo acaricié de nuevo, varias veces.

El nudo en mi garganta es grandísimo, triste e inevitable.
¡Lo extraño tanto... que no sé cómo expresarlo.

  

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